Traductor

23 de abril de 2012

Nanaraná.


Mi niño.
Ya lo esperaba, y disculpa por esperar.
Una nana para mí, para Nadia.
Para que pueda dormir.
Para seguir abrazándote.
Para cenar en un sótano a medio construir.
Para soñar en madera.
Para cantar y desafinar en las madrugadas.
Para que la sigas queriendo a ella y a mí.
Y a él y a mí también.
Porque no se trata más que eso.
De esto.
De contarte cada viaje,
de soportar lo que eres capaz de soportar.
Para que nos riamos llorando, como ahora.
Para que hagas la canción más bonita del mundo.
Para que me espere en la mesa el plato más rico del mundo.
Para que me preguntes si este tema es triste,
y yo te diga que sí, o no, tal vez, quién sabe.
Y tú te rías, de mí, y conmigo y sin mí.
Sólo tú sabes. Sólo tú mi amor.
Gracias. Ya estoy de vuelta.


No hay comentarios:

Publicar un comentario