-De sueños, naturalezas y otras historias-.
Y nos fuimos acostumbrando,
a hacer el amor,
en apasionadas cascadas,
en los nacimientos de los ríos,
en los verdes prados de caballos salvajes,
que nos observaban con interrogación,
a veces en el mar,
y otras sin embargo,
entre campos rojos de amapolas.
Y es que la naturaleza,
siempre invita a hacer el amor.
La primavera viene y va,
va y viene,
Y todo se ve más verde,
no me digan por qué.
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