Quién duda que en los venideros tiempos, sueños y otras historias,
cuando salga a la luz la verdadera razón de mis secretos fechos,
la loca que los escribiere, lo contará de esta manera.
Apenas la roja amapola salía olorosa a los campos de la ancha es Castilla,
cuando la desconocida y misteriosa Nadia del Arte,
dejando los gloriosos vestidos que la cubren y tacones que la alzan,
subió a su cama de ensueños flotantes y comenzó a caminar lentamente,
para seguir volando entre antiguos campos de sonoras violetas...
Queriendo dejar a un lado ya los secretos de los puentes congelados,
de las cascadas de amor de los campos perdidos,
de las largas y hermosas plumas de los pavos reales y en ocasiones no tan reales,
y algún que otro peligroso verso abierto entre verdes y frescos prados...
Aquí comienza mi andadura como una Dulcinea más...
Aventura-dos sean...Y así se lo cuento.
Ya veremos cómo...
Ya veremos cómo...
De sueños, pasos y otras historias.
Texto: Nadia Del Arte y Cervantes.
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